Comenzamos con dos máquinas de tipografía y teniendo como objetivo que cada cliente que entrara al taller a encargar un trabajo repitiera.
Para ello, nuestro esfuerzo ha sido constante, desde la dedicación personal hasta nuestra formación para adaptarnos a las nuevas tecnologías.
Nuestra trayectoria como empresa familiar fue evolucionando desde las históricas máquinas de tipografía Heidelberg, que aún conservamos, a la calidad del
offset.
En 2001 nos trasladamos a Beniparrell al Polígono Carrascal, donde seguimos en la actualidad. El sector de las artes gráficas está en continuo progreso y nosotros nos hemos sumado a la innovación de la imprenta digital orientada a profesionales y empresas.
Han pasado los años y nuestra motivación sigue siendo la misma: ofrecer al
cliente asesoramiento, experiencia y confianza para que
repita.